La almendricultura se ha posicionado como una opción fuerte para los inversores. La mejora en nuevas tecnologías ha contribuído a la precocidad, sanidad, productividad, optimización de los recursos y mejora de la rentabilidad, entre otras ventajas.
El sistema utilizado en nuestras Fincas, SES – Sustainable Efficient System, es capaz de conducir a mayores niveles de eficiencia y de una manera mucho más rápida. Es un modelo sostenible y eficiente basado en el uso de los recursos disponibles. Una oportunidad para recuperar y avanzar en el liderazgo de una agricultura más sostenible y competitiva.
Este tipo de cultivo, a través de una mayor densidad de plantación gracias a la estructura del seto, permite una mayor eficiencia en la aplicación de productos fitosanitarios por su total penetrabilidad, resultando en menores cantidades de productos y agua, menores pérdidas por deriva, menor presión de funcionamiento de los equipos, menor gasto de combustible. En definitiva, una mayor eficiencia.
Cada vez queda más clara la validez de este sistema en cuanto a eficiencia y rentabilidad, pero no es solo un fenómeno económico, sino también ecológico, ya que con la misma producción hoy en día se consigue ahorrar recursos:
―Menor cantidad de fertilizante por kg producido
―Menor cantidad de agroquímicos por kg producido
―Menor cantidad de agua por kg producido
―Menor cantidad de suelo por kg producido
―El sistema de plantación permite altos niveles de penetración y captura de energía solar
―Menor cantidad de mano de obra por kg producido (mecanización Total)
―Menor huella ambiental por kg producido
―Menor cantidad de energía consumida por kg producido
En definitiva, aumentar la productividad logrando construir un sistema de producción altamente EFICIENTE.
Todo ello surgió como consecuencia directa de la necesidad de optimización y eficiencia para satisfacer una demanda creciente, y también de la experiencia acumulada de nuestros operadores tecnológicos, que desde hace más de 20 años han llevado a cabo este sistema en un gran número de especies frutales como la viña, olivos etc, lo cual se ha extrapolado a la producción del almendro.
La elevada densidad de árboles representa paradójicamente el motivo fundamental de la ecosostenibilidad de este sistema que facilita la obtención de un producto de alta calidad, con menor impacto medioambiental y con la mejora costes de producción.
Concluyendo, el sistema de cultivo tradicionalmente llamado superintensivo debería ser renombrado y llamado cultivo supersostenible, dados sus numerosos y notables requisitos de sostenibilidad ecológica, derivados de las técnicas que lo caracterizan: cultivo, marco de plantación, gestión de la copa, del suelo, del agua y de los nutrientes.